miércoles, 6 de agosto de 2014

NADIE ES PERFECTO

    
     Nadie es perfecto. Salvo su sombra. Un día pidió prestadas las piernas al mejor corredor del parque, le había observado durante días y fue fácil convencerle al requerir solo una parte de su sombra. El atleta no reparaba en ella, pendiente como estaba del reloj para mejorar su marca. Las manos se las pidió al prestidigitador que encandilaba a los niños en el paseo de la playa, los brazos al piragüista que contemplaba todas las mañanas y el pelo ensortijado al angoleño que vendía gafas y relojes de imitación a los turistas.
     Cuando completó su sombra se paseó orgulloso, convencido de que al fin era la envidia de los demás transeúntes.









2 comentarios:

  1. Supongo que de una revolución así se desprende el.... "no es ni su sombra..."
    Imaginativa amiga Ana, no paras.

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    1. No paro y no leo...perdona por no haberte contestado...llevaba dias en barbecho y ahora parece que las palabras se empiezan a escapar de nuevo de entre mis dedos. Besinos poeta.

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