sábado, 14 de enero de 2017

Historias posibles



En cada paso de cebra
se quedaron conversaciones pendientes,
pasos no dados,
tímidos saludos.

Cuántas historias,
pasadas, futuras, posibles.







jueves, 15 de septiembre de 2016

El estudio

    
     Llegó la noche al estudio, intentó colarse por la ventana pero no encontró resquicio por dónde pasar, de nuevo estaba la otra noche dentro, escondida tras las lámparas infrarrojas, riéndose de ella, moviéndose al ritmo de la manecilla del reloj sin horas.
      La noche del estudio nunca estaba sola, se rodeaba de viejas cámaras recluidas en una estantería, ansiosas de caricias de las manos de los fotógrafos que ahora las admiraban tras el cristal. Ellas le hablaban de vidas pasadas, de personas que si conocían la luna. También las fotografías salían de su escondite, se liberaban del corsé de los marcos y de la cárcel de cajones y bailaban para ella, intentando llamar su atención. Los libros susurraban sus historias desde el altillo pero la escalera no les dejaba bajar. Joseph se había tomado mucho tiempo en ella y se consideraba guardiana de sus secretos. Y la luna reposaba en la estantería sonriendo, ya cansada de iluminar los sueños de la ciudad, mientras la buscan las estrellas de la noche verdadera.


     Algunos días la noche sin estrellas encontraba carretes olvidados e iba capturando imágenes, otros jugaba con los ácidos y llamaba al nordeste para que secara rápido las copias, que guardaba en los marcos bajo las fotografías de Joseph, que siempre llegaba al estudio a las 9.30 cuando la noche ya dormía en la cama del altillo. Buscaba las rendijas por donde se colaba el viento frío, porque no entendía por qué olía a mar todo el estudio. La escalera intentaba revelarle los secretos de la noche pero los caracoles que dormían en la lámpara, cómplices de ella, le rogaban no hacerlo.


     Y la luna seguía sonriendo en la estantería, cada vez su sonrisa más grande. El apenas reparaba en ella, rodeada de cámaras en el rincón más oscuro del estudio.


     Pasaron muchos días de viento de nordeste, noches sin luna, danzas de imágenes en el estudio, escaleras silenciosas, relojes sin horas...hasta que una mañana la escalera le susurró a Joseph al llegar que la luna se había marchado arrastrando la maleta de madera, antes llenas de secretos de un camino y ahora de imágenes de un estudio que cobraba vida cuando él no estaba...solamente encontró una imagen borrosa en la bandeja, el reflejo de las estrellas en la mesa del salón...





viernes, 1 de julio de 2016

Ausencia






Lejano como el futuro
a los ojos de un niño
frágil como el sueño
en noche de tormenta.

Así tu recuerdo
acaricia el frío de la almohada vacía.

martes, 28 de junio de 2016

Hace tiempo

                                                     Hace tiempo que caminas a mi lado
                                                         vestido del mar en tus pupilas.
                                                            En la niebla del recuerdo
                                                             se ha perdido tu sombra
                                                     tus huellas se desdibujan en la arena.
                                                             Porque yo te imagino
                                                                   Y no te tengo.

martes, 14 de junio de 2016

martes, 7 de junio de 2016

Una villa abandonada (un ejercicio del taller basándose en una imagen de Knoff) Surge un poema.





La soledad se cuela por las rendijas
de la mano del viento
su pareja de baile desde hace años
al son del vals del abandono.

Borradas las últimas huellas
en la escalera de musgo y piedra
bañada por la marea
las noches de luna llena.

El mismo barco se mece en la niebla
siguiendo el rumbo de los ausentes
y la casa le acoge
con la generosidad de la piedra centenaria
como reciben los abuelos a los nietos.

El velero atraca con la carga de sueños
y canciones olvidadas
en la villa abandonada.






jueves, 21 de abril de 2016

Orilla


                                                           Embarcó los recuerdos,
                                                                 ella en la orilla.
                                                          La popa le dio la espalda
                                                       y las olas acariciaron sus pies
                                                      en el horizonte jugaba el futuro,
                                                                     la espera.

                                                                  Ella en la orilla.