Llegué al rellano de su sombra
con la luz de noches en vela.
Sus versos grabados en mi piel de años
y los besos cual capa huyendo del frío.
La salida a mi espalda
y el recuerdo ganando la partida de adjedrez.
El viaje me espera tras el último escalón
de esta escalera antigua.
Qué escalera tan sugerente Anita... tan llena de curvas y de escondites para robar besos.
ResponderEliminarUna escalera en Gijón, la visitaría todos los días...Besinos Xurde
EliminarQué escalera tan sugerente Anita... tan llena de curvas y de escondites para robar besos.
ResponderEliminar