viernes, 27 de febrero de 2015

Surgió el texto que presenta mi nombre en un taller de Sofía Castañón. La fotografía maravillosa de Sara Matilla en el Botánico.



                                                                         ANA

     Desde niña quiso atesorar letras del abecedario y consiguió alcanzar dos de ellas con un cazamariposas que algún año le habían traído los Reyes. Estaba convencida de que se habían equivocado de casa, nunca lo había pedido en las cartas. Guardó con mimo las letras, la "n" de nada pero también de nueva y la "a" de ausencia pero también de alegría y buscó esa A repetida, mayúscula, una primera letra que nunca conseguía, como tantos cromos ansiados de sus colecciones de niña.









2 comentarios:

  1. Ana, es un nombre precioso, al que tu le has dedicado una bonita historia. Un beso guapísima !

    ResponderEliminar